MARÍA JOSEFA LORENZA TERÁN
PALACIOS Y FRANCISCO AMORÓS ONDEANO: CONFIDENCIAS POLÍTICAS, CONFISCACIÓN DE
BIENES Y EXILIO (1808-1814)
Jesús Vegazo Palacios
L
|
os
expedientes de infidencia[1]
tramitados por el Tribunal de Seguridad Pública contra los intelectuales y
políticos para averiguar su conducta sospechosa
de afrancesamiento durante los años de ocupación, forzaron a muchos liberales
españoles a exiliarse en Francia. Entre ellos, el Consejero de Estado,
Francisco Amorós casado con María Josefa Lorenza Terán Palacios,[2] hermana
del Intendente y Subdelegado de rentas de la provincia de Sanlúcar de Barrameda,
Francisco Terán Palacios, el cual fue sometido a un arbitrario proceso de
depuración. Una serie de anónimos y libelos mancillaron el honor del intendente,
operación de descrédito orquestada desde los círculos íntimos de Cayetano
Iriarte y de José Joaquín de Virués y Spínola, ambos salpicados por escándalos
relacionados con el desfalco de las Rentas Reales y con el tráfico ilegal de
tabaco.[3]
En este contexto de represión patriótica, a María Josefa Lorenza la situarán en el ojo del
huracán, blanco de todas las iras, al ser hermana del vilipendiado Francisco
Terán y esposa de Francisco Amorós,
exacerbado colaboracionista con el gobierno intruso.[4]
Situación agravada con la promulgación del decreto de 2 de mayo de 1809 de la
Junta Central Gubernativa del Reino en el que el soberano Fernando VII
declaraba traidor y seguidor del partido francés, entre
otros, a Amorós, decretando la confiscación
de todos sus propiedades, derechos y acciones, con independencia de su estado,
calidad o condición: “Qualquiera de ellos
que sea aprehendido será encargado como tal al Tribunal de Seguridad pública,
para que sufra la pena que merecen sus delitos”.[5]
La precipitada huída de Francisco
Amorós de la corte de Madrid, “por
evadirse del furor del pueblo, que por conceptos equibocados tenia atentase
contra su persona”,[6]
coincidió con la evacuación de las tropas francesas. El 19 de agosto de 1808,
Ignacio Martínez de Villela y Benito Arias de Prada (el encargado de arrestar a
Amorós en su casa madrileña tras el motín de Aranjuez) fueron nombrados
comisionados por el Consejo Supremo de Castilla para comenzar las actuaciones
que derivarían en el secuestro de bienes de todas las personas que se habían
fugado de Madrid para seguir al rey intruso.[7]
El 22 de agosto, Benito Arias de Prada,
el escribano Manuel del Nuevo Martínez, el portero del Consejo Real Julián
Pastor, el de la Sala Francisco Pérez y el maestro cerrajero Santos Fernández
se presentaron en la casa de Amorós en la calle Ancha de San Bernardo, número 1,
cuarto segundo, entrando por la plazuela de Santo Domingo. Cuando los
comisionados llegaron, les abrió la puerta su criada. En su interior estaba
María Josefa Lorenza Terán Palacios, quien manifestó que su marido se había
ausentado de la corte día antes o después de hacerlo las tropas francesas y
juró que desconocía su paradero exacto.[8] La
sirvienta de Amorós, Isabel Asenjo, sería interrogada el 21 de octubre de 1808
ante Benito Arias de Prada del Consejo Real y Juez de la Comisión, declarando
que Francisco Amorós se fue de la casa alrededor de las nueve de la noche del
día 30 de julio, solo y caballo, con una pequeña maleta cuyo contenido
ignoraba. Tampoco se lo comunicó a María Josefa de Terán ya que esperaban que
hubiese regresado a los pocos días. Desveló, asimismo, que María Josefa había
recibido una carta por correo de Francisco Amorós pero que no recordaba su
procedencia ni tampoco su señora le había revelado su contenido. La confesión
de Isabel Asenjo evidenciaba parcialidad ya que sostenía que jamás había visto
a su amo reunido con generales y
oficiales franceses durante el tiempo que residieron en Madrid.[9] El 21
de octubre de 1808, sería interrogada María Josefa manifestándose en los mismos
términos. Quizá la aportación más novedosa en su declaración fuera el hecho de
que había recibido un correo de Amorós a los pocos de días de marcharse, donde
no especificaba su paradero y sólo expresaba encontrarse bien. Su marido se
marchó entre las nueve y la diez de la noche del sábado 30 de julio solo en su
caballo, llevando consigo una maleta pequeña con algunas ropas de uso personal.[10] Huía
de la vengativa turba de Madrid por haber participado en el Congreso de Bayona
en calidad de Consejero de Indias. Permanecían en la casa de Madrid la citada
criada Isabel Asenjo, un lacayo llamado Santiago y una criada de nombre Teresa,
estos dos últimos ausentes.[11]
El promotor fiscal Agustín López
Carretero propuso el 16 de noviembre de 1808 requerir a María Josefa Terán para
que presentase la carta “que dice haber
recivido de su marido”[12].
Tenía fundadas sospechas de que Terán no decía toda la verdad. Parecía que
a Francisco Amorós se lo había tragado la tierra, ya que no fue visto por los
testigos que fueron citados ni en Burgos ni en Vitoria, camino de los Pirineos.
En conclusión, se supo que María Josefa de Terán no presentó la carta de su
marido, “[…] porque asi que la leyó la rompió […]”.[13]
Daba la sensación de que la esposa de Amorós intencionadamente ocultaba
información sensible. En cualquier caso, algunos testigos testimoniaron que se
le vio huyendo de Madrid en compañía del afrancesado Juan Antonio Llorente.
Dejaría a su mujer María Josefa junto a todos sus
hijos en el mayor desconsuelo y aflicción. Temiendo el secuestro de su
patrimonio aportado a la sociedad conyugal, María Josefa se dirigió al Consejo
del Reino en carta el 16 de septiembre de 1808 para que “[…] se desengañara de que no
ha sido tal como han querido pintarla sus enemigos con los colores mas
denigratados; á la manera que hay en sus procedimientos anteriores defectos que
la agan acreedor al rigor de la pena que se teme […]”.[14]
Quiso dejar bien claro que los bienes que figuraban como propios de Amorós, “[…] la
pertenecen á ella en razon de no haber tenido este otros que los sueldos de su
destino que han sido de Oficial de la Secretaria del despacho unibersal de la
Guerra que es decir insuficiente para sostener a su familia con el decoro que
lo ha hecho; y haber la suplicante llevado a su Matrimonio en dote mas de 400.000 reales vellon por sus lejitimas
con documentos justificativos.”[15]
Su resistencia a no huir con su marido era testimonio de indubitable
patriotismo pese “al amor que tiene á su
Marido para no yrse con él en la dura necesidad de tener que consentir su
salida de la Corte por libertarse del Pueblo, y como en aquel momento de su
cruel separacion no cesó de repetirle que no olvidase en ningun tiempo las
maximas de patriotismo que siempre le havian gobernado, los Balazos que havia
sufrido por defender su Patria, que tenia una Esposa inocente, que era padre de
tres hijos, y sobre todo español […]”.
Pero el primer revés a sus pretensiones llegaría con la sentencia emitida
por el consejero de Castilla José María Puig, condenándola a que entregase una
mesita de caoba al brigadier Socobio. Pero ya había sido vendida por la familia
Terán a Pedro Darripe en la cantidad de mil reales, por lo que desencadenó un
conflicto de intereses.
La documentación justificativa, que
demostraba el origen legítimo de las aportaciones numerarias de María Josefa
Terán Palacios en términos de bienes y caudales, fue debidamente elevada a
público por el escribano de Sanlúcar de Barrameda Agustín de Herrera el 30 de agosto
de 1808. Su madre, Rosa Palacios, viuda de Antonio de Terán, falleció el 22 de
junio de 1796 en Sanlúcar, procediéndose a la división y ejecución de su
patrimonio entre los herederos. Representada por Juan García del Corral, se
llegó a un acuerdo con Francisco de Terán Palacios, “[…] los dejamos dexamos en
util y veneficio de mi nominada Dª. Maria Josefa de Teran para que pueda sin
reparo ni inconveniente alguno usar de ellos a mi libre voluntad como dueña
absoluta mediante á esta cecion que voluntariamente le hacemos […]”.[16]
En primer lugar, María Josefa
disponía de un primer caudal que ascendía a la suma de 112.659 reales, 21 maravedís de vellón, para su uso y disfrute
resultado de la liquidación correspondiente a su legítima materna y como una de
los cuatro hijos del matrimonio de la difunta Rosa Palacios. Igualmente, era
depositaria de otro caudal por importe de 112.659
reales, 21 maravedís de vellón, que le correspondían en representación de
su hermana sor Juana de Terán, religiosa del convento de Santa Clara de la
villa de Carrión, al recaer en María Josefa esta cantidad como consecuencia de
la renuncia que hizo sor Juana en el momento de la partición. Además, disponía
de 4.041 reales, 17 maravedís de vellón,
que representaba la tercera parte de 12.124 reales, 17 maravedís, valor líquido
de media casa situada en el barrio alto de Sanlúcar de Barrameda, calle
Borregueros, número 268, después de rebajar el principal de un censo impuesto
sobre la finca ascendente a 2.200 reales a favor del marqués de Astorga. La
otra media casa era propiedad de Blasina Palacios. Finalmente, heredó la suma
de 30.000 reales vellón, en virtud
del mejoramiento de una de las cláusulas del testamento de su madre Rosa
Palacios. María Josefa Lorenzo de Terán y Palacios heredará 259.360 reales, 25 maravedís de vellón.
En concepto de pagos, percibió otros
4.041 reales, 17 maravedís de vellón,
valor líquido de la media casa en calle Borregueros, número 268 de gobierno ya
que “[…]
a no poderla entrar a gosar interin la
Reverenda Madre sor Juana de Teran, religiosa en el Convento de Santa Clara en
la villa de Carrion por averle dejado el usufructo […]”.[17] A esta cantidad se le añadió el pago de 255.319 reales, 8 maravedís, por ajuste
y liquidación de cuentas, según inventario de todos los bienes y enseres de su
madre Rosa Palacios. En total, María Josefa percibió por su legítima materna 518.720
reales vellón, 50 maravedís, fortuna que fue aportada a su matrimonio.
Además, había que tasar y liquidar
los bienes muebles, losa de pedernal y enseres varios que se hallaban en la
casa de la finada Rosa Palacios, a petición de los herederos. Evaluación
certificada por el maestro carpintero Manuel Asensio en Sanlúcar de Barrameda
el 1 de junio de 1796. Con este inventario, María Josefa quería demostrar ante
el Consejo que estos bienes le pertenecían de pleno derecho y, por lo tanto,
debían quedar exentos de la confiscación:
“18 Taburetes de caova........................... ..75
reales....................................... ..1.350
1 Camapé de yd................................................................................................... 450
2 Catres de yd..................................................................................................... 900
2 Mesas de juego de yd....................................................................................... 360
3 Mesas de comedor de yd............................................................................... 300
28 Sillas de Holanda á 30.................................................................................. 840
1 Mesa redonda de caova................................................................................ 200
1 Guardarropa de caova..................................................................................
1.200
1 Guardarropa de pino pintado......................................................................... 300
1 Relox de campanilla...................................................................................... . 630
4 Cuadros de Historia Sagrada á 195............................................................... 780
21 Cuadros de pinturas......................................................................................
302
1 Facistol............................................................................................................ 150
2 Guitarras......................................................................................................... 330
1 Comoda de caova.......................................................................................... . 750
1 Papelera........................................................................................................ . 240
5 Baules............................................................................................................ 165
2 Camas con sus cabeceras pintadas............................................................. 70
1 Catre de lienzo.............................................................................................. . 30
8 Cornicopias.................................................................................................. . 120
8 Mapas chicas................................................................................................ . 44
1 Obalo con el rostro del Señor........................................................................ 150
4 Espejos........................................................................................................ . 200
6 Mesas de pino................................................................................................ 225
1 Tambor para bordar......................................................................................... 90
3 Catres de pino pintado.................................................................................... 340
__________
10.516
Losa de pedernal y otros efectos
96 Platos trinchantes á ........................ 1
¼ ....................................................... 120
40 Yd. Soperos................................................................................................. 80
4 soperas á…………………………… 30……..………………………… 120
12 platos redondos grandes...............................................................................
180
5 Ensaladeras.....................................................................................................
100
44 platos grabados a…………………………4..................................................
176
30 yd. de postres.................................................................................................
24
48 gicaras............................................................................................................ 42
1 Ponchera......................................................................................................... 20
1 Vacia con javonera.......................................................................................... 20
10 Jarros................................................................................................................ 75
6 Cafeteras............................................................................................................ 45
1 Juego de café superior con 30 piezas.............................................................. 140
1 Yd. con 22 piezas obscuro............................................................................. 18
1 Yd. de té superior de 30 piezas........................................................................ 140
1 Yd. con pintura azul de 20 piezas..................................................................... 15
1 Yd blanco de 30 piezas....................................................................................... 24
4 Salseras............................................................................................................ 14
13 figuritas.......................................................................................................... 157
3 Palancanas con jarros......................................................................................
50
6 Ensaladeras..................................................................................................... 45
1 Cafetera charolada con remates de plata..................................................... 195
6 Battas obaladas...............................................................................................
165
2 Docenas de cuchillos cabo de marfil................................................................ 240
2 Yd. de tenedores yd.......................................................................................... 240
2 Trichantes.........................................................................................................
60
1 Silla de cavallo para señora.............................................................................
150
3 Velones............................................................................................................... 45
1 Lampara de patente.......................................................................................... 90
2 Espaviladeras con sus platos.......................................................................... 15
1 Sarteneja o brasero............................................................................................ 45
Ropa blanca del uso de la casa, tasado por el maestro de
sastre Torres
26 Sabanas finas................................................................................................
902
15 Yd. cameras ................................................................................................... 612
7 Yd. de lienzo mas basto...................................................................................
122
33 Almohadas.....................................................................................................
189
1 Colcha de damasco........................................................................................ 220
2 Colchas de media Zaraza..................................................................................
80
2 Yd. de China....................................................................................................
105
8 Yd. de indiana................................................................................................. 320
1 Yd. de algodón labrada....................................................................................
210
2 Dichas de tropelo algodón.............................................................................. 280
1 Sobremesa de damasco..................................................................................... 60
4 Cortinas de bramante........................................................................................
96
126 Servilletas..................................................................................................... 990
8 Manteles............................................................................................................ 500
28 Toallas............................................................................................................. 246
28 Almohadas o fundas de lana.........................................................................
210
14 Colchones..................................................................................................... 1100
1 Alfombra encarnada de felpas...........................................................................
75
4 Peynadores......................................................................................................... 88
8 Cortinas encarnadas........................................................................................ 150
6 Yd. de indianas................................................................................................. 60
7 Cobertores de lana........................................................................................... 105
2 Colchas de yd..................................................................................................... 75
25 Varas de lienzo basto para famª....................................................................... 75
19 Cubiertas de canapé y taburetes................................................................... 120
4 Paños................................................................................................................ 100
___________
7.030
Nota: Sn. Lucar de
Barrameda y Junio 1º. De 1796.
Se omiten varios otros
efectos de poca importancia y por no hacer demasiado difusa esta lista, que
constan por el original.”[18]
María Josefa Lorenzo Terán Palacios
acreditó entregas numerarias en concepto de mesadas
y extraordinarios realizadas por la sociedad mercantil “Dutari Hermanos”, de orden de los “Señores Brockmann y Sobrinos” de Cádiz, por cuenta de su hermano
Francisco Terán. Abarcaba un periodo que se extendía desde el 30 de diciembre
de 1796 hasta el 22 julio/principios de agosto de 1808, por un importe global
de 181.410 reales vellón.[19]
Francisco Amorós, en recibo fechado en
Madrid el 30 de agosto de 1796, confesaba haber recibido de su futura esposa
María Josefa ropa blanca y varios
muebles valorados en 16.410 reales
vellón, 17 maravedís mediante seis vales al portador; 150.608 reales vellón, 9 maravedís procedente de su hijuela paterna; y los ya conocidos 259.360 reales vellón de su legítima
materna, la cual dejaba en poder de
su hermano Francisco Terán Palacios, “[…]
para que este le suministre mensualmente
asistencias y le dé algunos extraordinarios […]”.[20] Probablemente, con parte de ese
dinero, Amorós pagó la suma de 250 ó 300 francos por una mesa redonda de mármol
gris sobre tres pies de caoba, con cariátides de bronce dorado y una copa del
mismo metal en la parte inferior, adquirida a la familia de un brigadier
emigrado de Santander. La llevó a su residencia de Madrid en calle Ancha de San
Bernardo, número 1. De igual forma, desvió 250 francos en la adquisición de una
mesa de mármol oscuro, con tres pies de caoba y con cabezas de bronce dorado,
que le fue vendida por la familia de un brigadier emigrado, llamado Socobio,
residente en Santander. Francisco Amorós se llevaría lo puesto. Desconocemos si
ocultó en su pequeña maleta numerario en efectivo. No le dio tiempo liquidar
propiedades y ajuar mobiliario. En todo
caso, parece que su valor era modesto si nos atenemos al inventario y tasación de sus bienes
secuestrados en su referido domicilio madrileño de la calle Ancha de San
Bernardo de fecha 24 de noviembre de 1808, en el que el perito Antonio
Rodríguez constató que, en conjunto, ascendía a 16.286 reales vellón. Resulta cuanto menos curioso que, de entre todos
los enseres evaluados, el más cotizado fuese un piano de madera de caoba, con
pies de casquillo de bronce, todo plateado del mismo metal y funda de paño
color avinado, tasado en 5.000 reales vellón. La relación pormenorizada
comienza con descripción del objeto, número de unidades, valor en reales vellón
y localización dentro de la casa:[21]
“ […]
Recivimiento
Un banco o escaño para recibimiento de madera de pino pintado color de
caoba con respaldo y tres cajones con llave y cerradura.................................................................................................... 60
Una papelera de pino con tres cajones grandes con sus maderas pintada de
color caoba 80
Un baño de ojalata redondo................................................................................... 60
Un pedernal de madera de pino pintada de color caoba y color de caña con
su pulpito, con sus columnas de caoba............................................................................................................................. 120
Una mesa de bastidor madera de pino.................................................................. 34
Dos pirámides de madera de pino pintada de color de caña cada una con su
cabeza, figurando viejos 100
Un farol de arrimar con tres cristales pequeños................................................... 12
Segundo recibimiento
Dos estantes de dos cuerpos el cuno con quatro puertas guarnecidas de
alambre dorado, el cuerpo de avajo: quatro anaqueles con sus puertas, llabes y
cerraduras, es de madera de pino pintado color de caoba y otro de la misma
clase cada uno en ciento y quarenta reales............................................ 280
Un pedernal de madera de pino imitando a piedra con un grupo de figuras
hechas de yeso 150
Yd. otra figura hecha casi al natural de dos cuerpos............................................ 20
Una mesa de caoba digo de pino pintada color de Caoba con sus pies
torneados y dos cajones 50
Un Contrabajo bien tratado madera de nogal con su arco.................................. 120
Dos sillas de Vitoria con sus brazos a quince reales........................................... 30
Ocho sillas de la misma fabrica a diez reales....................................................... 80
Un farol de fanal con guarnicion de oja de lata, y pesa de plomo......................... 50
Sala principal
Quatro figuras de yeso, con su quatro rinconeras de madera de pino
cubiertas de caoba con tres cerraduras a cinquenta reales................................................................................................... 200
Una araña de dos mecheros de madera acharolada color encarnada, dos
mecheros de cristal 40
Un sofa imitando a los de Vitoria de madera de aya con su atiento de
pasar pintadas y blancas y colchoncillo de Damasco Seda Carmesi, poblado de
cerda con cubierta de rayas encarnadas y blancoas 240
Un piano forte de madera de caoba con pies de lo mismo, casquillo de
bronce todo plateado del mismo metal y funda de paño color abinado en ........................................................................ 5000
Yd. un tremor con luna de dos cuerpos con su talla o marco pintado color
de porcelana 700
Dos mecheros de ojalata, con candeleros de cristal a veinte y quatro
reales..... 48
Veinte y quatro sillas imitadas a las de Vitoria con asientos de paja de
colores a adiez y ocho reales, quatro cortinas de Damasco de seda encarnado de
a quatro varas de largo de dos paños cada uno, guarnecidas de tafetan encarnado
componen dichos paños treinta y dos varas á diez reales... 320
Gabinete
Quatro rinconeras fileteadas de madera de nogal con quatro figuras de
yeso medianas a treinta y seis reales cada una ...................................................................................................................... 136
Dos mesas de juego cubiertas de nogal de pies mazizos de la misma madera
con sus paños berdes a Sesenta rales cada una..................................................................................................... 120
Un belador madera de pino pintado color de porcelana con cubierta de
enredado 10
Un sofa de madera de aya forrado en raso bastante mal tratado con
cubierta de diferentes colores 90
Ocho asientos compañeros del sofa a viente reales ......................................... 160
Seis sillas de Vitoria a catorce reales................................................................... 84
Unas sobrepuertas con sus caydas de raso, y fleco con borlas a cinquenta
reales 150
Una araña de moda con colgantes de cristal y ocho candelabros taza
dorada 1200
Un tablero de juego de Guerra.............................................................................. 20
Alcoba
Quatro sillas de Vitoria a diez reales..................................................................... 40
Un aguamanil de madera de pino pintado............................................................... 5
Un cuadrito con barias efigies marco dorado y cristal............................................ 6
Tres armarios madera de pino y tres cuartas de fondo, dos varas de largo
con sus cajones y quatro anaqueles pintados color de caoba, con llaves y
cerraduras en doscientos ochenta reales cada uno 840
Dos mesas de pino iguales pintadas color de caoba sin cajones........................ 24
Onze sillas de Vitoria desiguales a ocho reales...................................................... 0
Una figura de yeso a ocho reales............................................................................ 8
Dos Escaparates de media vara de alto y tres cuartas de ancho con su
cristal y varios pajaros disecados en ochenta reales..................................................................................................... 160
Un cuadro en bosquejo pintado en Lienzo, marco de pino en blanco................... 15
Yd. otro de diferentes figuras, marco de pino en blanco....................................... 80
Yd. un cuadrito de estampa de San Roque marco dorado y cristal..................... 12
Un juego de [ilegible]
y tablero de Damas, madera de nogal................................ 24
Pieza de Labor
Un armario de madera de caoba de tres varas menos quarta de alto, dos de
ancho escasas, y una bara de fondo con lo interior de cajones y anaqueles
madera de Cedro con guarnicion de metal llave y cerraduras 2000
Un tocador cubierto de madera de caoba y nogal, guarnecido de maderas
finas con espejo 80
Un espejo de una vara y tres cuartas escasas de largo y ancho y marco de
caoba c 70
Una trapera de madera de cedro con bolsa de tafetan berde............................... 60
Una mesa de pino pintada color de brasil con cubierta de badana negra de
vara y media de cinco y lo mismo de alto con dos cajones.............................................................................................. 80
Un fanal quadrado con quatro cristales y dentro una piramide sobre
madera de ebano 80
Una papelera de tambor de madera de nogal fileteado de maderas finas con
su erraje de bronce labrado 240
Ocho sillas de Vitoria de distintos tamaños desiguales á ocho reales................. 64
Yd. otras tres de la misma clase con brazos a quince reales.............................. 45
Cinco cortinas de Estopilla de quatro varas de largo cada una con sus
cenefas y rodapie rayas encarnadas a veinte reales......................................................................................................... 100
Pieza de labor de criadas
Una comoda de madera de pino con sus dos puertas de madera de pino,
cajones y anaqueles 50
Una rinconera de tambor madera de pino con puerta........................................... 30
Una tenafa de toboso............................................................................................. 24
Dos candeleros ingleses de columna, metal plateado.......................................... 16
Una salbilla de peltre.............................................................................................. 10
Dos sillas grandes y dos chicas de Vitoria a ocho reales.................................... 32
Cocina
Una mesa de pino con su cajon............................................................................ 12
Una artesa de madera de pino con su pie de la misma madera y tabla para
jabonar 30
Un cucharero de la misma madera con su caja para almirez................................. 8
Un fregadero con dos arterotes ............................................................................ 24
Un tajo...................................................................................................................... 8
Dos tenajas de Altobajo con pues y tapas a treinta reales................................... 60
Dos cubos a doce reales....................................................................................... 24
Una errada............................................................................................................... 8
Una ornilla economica de palastro...................................................................... 120
Una mesa de bastidor de doblar............................................................................ 20
Un par de fuelles...................................................................................................... 4
Un perol grande de azofar..................................................................................... 30
Yd. otro mas pequeño............................................................................................ 12
Yd. otro chico........................................................................................................... 8
Un cazo del mismo metal......................................................................................... 8
Yd. otro mediano...................................................................................................... 7
Yd. otro pequeño...................................................................................................... 4
Yd. dos espumaderas.............................................................................................. 8
Una badila de metal................................................................................................. 6
Una bemguera [sic] de cobre y tapadera.............................................................. 20
Una cazerola de lo mismo..................................................................................... 12
Yd. otra pequeña...................................................................................................... 8
Otra pequeña........................................................................................................... 6
Otra con mango de yerro......................................................................................... 8
Un almirez.............................................................................................................. 25
Una regadera de ojalata........................................................................................... 6
Un braserillo de platina............................................................................................ 6
Una sarten............................................................................................................... 6
Un belon de pantalla con quatro mecheros........................................................... 30
Yd. otro de bara y sin pantalla............................................................................... 24
Un candil de metal................................................................................................... 8
Un belon de bomba y metal con su pantalla de oja de lata verde......................... 40
Seis planchas con dos [ilegible] a diez
reales....................................................... 60
Una cuchilla............................................................................................................. 8
Dos cucharas de fierro............................................................................................ 5
Un candil de fierro.................................................................................................... 3
Dos pares de parrillas.............................................................................................. 5
Un pan de trebedes grandes................................................................................... 5
Otras pequeñas....................................................................................................... 2
Una sarten............................................................................................................... 7
Una tapadera de fierro grande................................................................................. 4
Tres pequeñas......................................................................................................... 3
Una par de tenazas.................................................................................................. 1
Tres sartenes pequeñas.......................................................................................... 9
Un chocolatero de oja de lata.................................................................................. 2
Una porcion de bidriado de Alcorcon, loza y Talabera que se compone de
Pucheros, ollas, cazuelas, platos y mechas fuentes..................................................................................................... 60
Ocho tenafas de diferentes fabricas y tamaños................................................... 90
Un planté [sic]
madera de pino pintado de color de caoba
con cajoneria............. 30
Ciento y treinta botellas a real............................................................................. 130
Una arca de pino grande con cantoneras de yerro; aldabones y cerraduras...... 40
Otra de la misma madera con barrotes, aldabones y cantoneras con
cerraduras 30
Otra mas pequeña de la misma madera errada con dos cerraduras................... 34
Un cofre grande cubierto de pellejo con barras de madera.................................. 30
Yd. otro catalan forrado en baqueta negra............................................................ 50
Yd. una cuna para niño dada de berde.................................................................. 20
Un pulpito de madera de pino con balaustres dado de color................................ 10
Dos bancos de madera de pino dados de color.................................................... 20
Una caja de guitarra madera de pino....................................................................... 8
Una mesa de villar sin tablero con su alumbrado de ojadelata............................. 60
Un bastidor para bordar......................................................................................... 12
Un catre de madera de aya solera de Lona.......................................................... 30
Un asiento portátil con cinchas............................................................................. 10
Un maleton vaqueta de Moscobia......................................................................... 80
Un arador de ojadelata........................................................................................... 15
Dos cajas de brasero de nogal lisas a cinquenta............................................... 100
Seis barillas de fierro a seis reales........................................................................ 36
Un colchon de persona sola.................................................................................. 40
Tres fundas las dos de terliz azul y la otra blanca a seis reales........................... 18
Quarto de arriba
Cinco estantes de madera de pino color caoba con anaqueles y cajones........ 400
Un clabe pequeño de madera caoba..................................................................... 40
Un escaparate de madera de caoba con seis cristales de tres quartas y
media de largo cada cristal y una tercia de ancho, y otros dos de media vara............................................................... 240
[…]”
María Josefa intentó convencer a las
autoridades de la injusticia que se estaba cometiendo, no dudando en remitir
toda la documentación de su legítima materna para evitar la confiscación.
Volvía a reiterar que “[…] Que con motivo de la entrada de los franceses
en España, baxo de los especiosos pretextos que aparentaron, y su precipitada
salida de la Corte han sido innumerables los trastornos causados á muchas
familias las mas distinguidas, siendo mi esposo uno de los que se fugaron por
el temor del Pueblo y cuyo paradero ignoro hasta ahora;”[22]
Pero ella se mantuvo firme y permaneció en su casa de Madrid cuidando a sus
hijos. Creía que nada tenía que temer, dando “[…] á mi parecer, una prueba
incontestable de mi inocencia, no he hecho otra cosa mas que llorar amargamente
mi soledad y triste situacion, aunque confiando siempre en la religiosidad y
gustificacion de nuestro Gobierno.”[23]
No deseaba polemizar sobre el procedimiento de
intervención para el embargo de su patrimonio pero, “[…] como quiera que el
resultado de estas operaciones me ha dejado entorpecida o paralizada y sin
medios para subsistir quando por otra parte me veo rodeada de obligaciones
imprescindibles concretandome pues á los intereses propios que ha de formar mi
subsistencia y la de mis pequeños hijos […]”.[24]
Por lo tanto, María Josefa reclamaba
la devolución de estos capitales ya que, “[…]
V.S. conocerá que nada tiene que ver con
los bienes de mi marido, y si hay una razon de justicia para que se me
adjudiquen todos los que haya existentes en mi casa en parte de pago, puesto
que todo ello no alcanza para reintegrarme de las cantidades referidas; y como
quiera que mis circunstancias y critica situacion de sostenerme y alimentar mis
hijos no pueden menos de llamar la atencion judicial parece necesaria esta
declaracion para la conservación de una persona de distincion, que pudiendo
contar con un capital de consideracion, se encuentra privada de todos los
auxilios.”[25]
Todo el expediente llegó a manos del
fiscal de Madrid Agustín López Carretero el 18 de noviembre de 1808 pero no
hubo pronunciamiento alguno a tenor de los documentos consultados. Era evidente
que no se tomó en consideración estas reclamaciones. Su fortuna era tentadora
para iniciar el expediente de secuestro. No quedaba otro camino que el exilio y
el abandono de sus propiedades.
El capitán general de Castilla la Nueva, Valentín
Belvis de Moncada y Pizarro, a la sazón conde de Villariezo, marqués de Villanueva de
Duero, será el brazo ejecutor que promueva las acciones para el destierro de
María Josefa con el fin de que cerrase su casa y se marchase de Madrid, camino
de los Pirineos. Amorós reaccionará con celeridad ante tales atropellos como
recoge la primera carta, en la que clamará justicia, no temblándole el pulso
para poner este asunto en conocimiento de Fernando VII: “[…] que acaba de cometerse
contra su esposa Doña Maria de Theran y sus tres hijos tiernos de 13, 10 y 8
años, el atentado mas inhumano posible […]”.[26]
Consternado, arremeterá contra el
capitán general por no haber escuchado a su esposa enferma y por no saber qué
decreto real autorizaba a Villariezo exigir su salida de Madrid en el breve
plazo de 24 horas: “[…] escoje el momento de intimarle esta orden
por un ayudante, en que acababa de padecer los dolores crueles de una espantosa
cardialgia, y la terrible muerte amenazaba todavía terminar la carrera de una
preciosa, inmaculada y triste vida”.[27]
No
comprendía cómo, ante la imposibilidad de que su esposa pudiera realizar
esfuerzo alguno, acreditado con certificación del facultativo, “[…] el
capitan general Villariezo, no solo tiene la ferocidad de ensordecerse a sus
ruegos, sino que maltrata al respetable consejero de Indias y Tio suyo, Don
Jose de Rojas, que conociendo la inocencia y la buena reputación de Doña Maria
Theran de Amorós, habia tenido la generosidad de interceder por ella […]”.[28]
El exconsejero recurrirá a sus escasas influencias en
la corte madrileña para acabar con las tropelías de Villariezo. Buscó la
intercesión de la duquesa de San Carlos, “[…]
cuya digna Señora conoce tan bien, como
el pueblo de Madrid el merito y las singulares prendas de mi amada consorte, y
logra por su medio que difiera el cumplimiento de esta arbitraria y violenta
medida, hasta que se ponga buena.”[29]
No podía haber clemencia para los traydores
de la Patria, apostando en la casa de Maria Josefa, “[…] soldados para que la
obliguen a salir de Madrid, quando apenas puede tenerse en pie […]”.[30]
Pero nadie de la corte moverá un dedo a pesar de sus súplicas. En medio de
la zozobra, hubo alguien que se interesó por el asunto: “[…] pero al fin la encuentra
[protección] por un momento en Don
Miguel Lardizabal, vuestro ministro de Indias o ultramar, y el movimiento
generoso de éste acredita que todabia hay virtudes en la Corte, y que no solo
rodean a V.M. hombres de acero, sino tambien algun corazon sensible.”[31]
Lardizábal se pondrá en contacto con
Villariezo y le prevendrá “[…] que no haga poner en camino enferma á Doña
Maria de Theran […]”.[32]
María Josefa albergó la esperanza de que con la intercesión del ministro de
Indias su permanencia en Madrid estaba asegurada. Sin embargo, pronto se dio de
bruces con la realidad: “[…] pero mui luego cede [Lardizábal] tambien al torrente de las posturas de
Villariezo, y aprobando su despotica conducta, deja de nuebo a mi triste esposa
expuesta a sus furores.”[33]
Miguel
Lardizábal de Francisco de Goya
Francisco Amorós veía en la actuación
arbitraria de Villariezo la conjunción de fuerzas para diseñar un premeditado
proyecto de venganza hacia su persona, “[…]
pues jamas se atropella la virtud
impunemente, y de todos los males politicos el mayor es el de castigar á la
inocencia.”.[34]
Entre los argumentos justificativos de su irreprochable conducta estaba el
haber sido durante veinte años una vecina de Madrid ejemplar y tranquila, que
jamás se había cambiado de domicilio y siempre había permanecido en la corte
madrileña a pesar de la revolución popular de 1808: cuidando de su casa y de
sus hijos, con dedicación exclusiva, no inmiscuyéndose en asuntos políticos que
pudieran comprometerla. Moderada, abnegada consorte, cumplidora con sus
obligaciones como madre de familia, profundamente católica, constante,
prudente, generosa hacia los afligidos y de gran fortaleza mental. De esta
manera calificaba Amorós a su amada
esposa.
El 20 de julio de 1814, Villariezo
anunciaba el destierro mediante providencia dictada contra María Josefa. Amorós
calificaba tal decisión de injusta y
cruel.[35]
Tenía la sospecha fundada de que, en la decisión final, había influido “[…] los
diferentes destinos que yo obtube del gobierno intruso, y en el mal porte que
he tenido en el desempeño de ellos? Enojado, Amorós vindicaba su derecho a
defenderse y se preguntaba, “[…] ¿Y
quien es el capitan general Villariezo para calificar mi porte? ¿Ha precedido
acaso el exsamen de mi conducta? ¿Se me han hecho cargos? ¿Se me ha oído? ¿Se
me ha sentenciado?”[36] En un ejercicio de cinismo político, tildaba
el comportamiento del capitán de déspota,
olvidando que él mismo fue Intendente general de la policía josefina en Madrid
y reflexionaba: “[…] ¿Que culpa tiene mi triste e inocente esposa
y mis tiernos y preciosos hijos? ¿Por que el capitan general Villariezo ha de desahogar
contra ellos su espantosa rabia? ¿Por que han de ser los unicos que arroje de
Madrid? ¿Y porque ha de hallar quien apruebe su abominable conducta?
¿Corresponde a un capitan general ser mi acusador, mi juez y el verdugo de mi
muger y mis hijos, todo á un tiempo? […]”.[37]
Atribuía a Villariezo un
comportamiento movido por intereses espurios,
“[…] que solo pueden salir de la
ignorancia y de la perversidad de su promotores obscuros y subalternos […].[38] De
manera subliminal calificaba su actuación de cobarde: “¿Teme acaso que una señora de esta clase ponga fuego á Madrid por sus
quatro costados? ¿No sabe ese capitan general Villariezo que, después de la
muerte, no hay castigo mas cruel para una señora tranquila y venerable, que el de obligarla á dejar el pueblo donde
habita?”[39]
Amorós tenía la certeza que Fernando VII no podía permanecer impasible y
vengaría los agravios e injusticias cometidas contra su esposa. Y reflexionaba:
“[…] ¿Y en que podrá cimentarse este odio, Señor?... ¿En la conducta
politica que he tenido?...No es possible, porque yo probaré que ha sido la mas
noble […]”.[40]
Aseguraba desvelar secretos inconfesables que podían dañar la imagen pública de
Villariezo: “[…] el de que yo poseo el secreto de sus cualidades, pues sirvió conmigo al
principio de su carrera en el mismo regimiento, quando no era mas que Don
Valentin Belbis, y sabemos la manera con que desempeñamos nuestras
obligaciones.”[41]
Se consideraba hombre de honor, que
jamás había faltado a sus obligaciones políticas. Cuando se produjo el motín de
Aranjuez, Francisco Amorós ejercía el grado de coronel de infantería, fue
proclamado regidor perpetuo de Sanlúcar de Barrameda, Consejero de Indias y
Secretario del Rey. Recordaba que se había casado con una mujer que le hacía
tremendamente dichoso y rico por sus bienes y los suyos propios. Su residencia
era conocida en Madrid por su buen gusto donde se daban cita intelectuales y
artistas. Era propietario de una de las mejores bibliotecas del país, tenía un
gabinete de física y otro de historia natural, un monetario, muchas pinturas y
grabados. Fue coleccionista de modelos de instrumentos útiles importados de
Inglaterra, Alemania y otras partes de Europa que el propio Fernando VII
contempló cuando se los enseñó al infante Francisco de Paula.
Los empleos que fue ocupando no
fueron resultado de “un premio de la
adulacion, que no era tan feliz como se ha creido en aquellos tiempos, ni de la
intriga, que soy incapaz de emplear.” [42] Es
más, todos sus bienes tenían un origen legítimo, “[…] por efecto de un
casamiento acertado, ó por la herencia de mis parientes, ó por una laboriosidad
constante, fueron debidos á mi nacimiento, á mi industria, á mi economía, y
ninguno entró en mi casa por la vía del obsequio, ni por un adquisición ilegal
ó vergonzosa.”[43]
Aunque su memoria selectiva parecía olvidar su pasado más siniestro. Precisamente
cuando fue nombrado comisario regio de policía y encargado del Ministerio de la
Policía General en los cuatro reinos de Andalucía por orden del soberano José
I, al cual consideraba “el Monarca
benéfico y generoso que la providencia ha colocado en el trono de las Españas
[…]”.[44]
En persona, mandó establecer en Jerez de la Frontera el 16 de marzo de 1810
una Junta Criminal extraordinaria para juzgar asesinos, ladrones, revoltosos
con mano armada, sediciosos, espías,
reclutadores a favor de la insurgencia patriótica, aquellos que mantuviera
correspondencia con aquellos y los que usaren puñal o rejón, por cuyos crímenes
serían condenados en el término de 24 horas a la pena de garrote, ejecutándose
irremisiblemente y sin apelación.[45]
Tampoco escaparían los eclesiásticos
seculares o regulares que difundieran entre el pueblo noticias falsas para
inducirlo a la desobediencia y rebelión contra José I y su gobierno.
Calificaba de fatal el motín de Aranjuez, factor de inestabilidad política que, a
su juicio, “[…] vino á desterrar de España la tranquilidad de todas las familias, y á
producir los males que tanto hemos gemido, y tendremos que llorar…”[46]
Se quejaba de que las delaciones clandestinas y falaces contra los supuestos
colaboracionistas del régimen josefino habían sido desencadenantes de su
arresto domiciliario, con centinela permanente apostado en su casa. Recordaba
que había jurado lealtad a José I por mandato expreso de Fernando VII en el
momento de su abdicación a la corona de España. Por lo tanto, su fidelidad no
podía ponerse en entredicho por aquellos que continuamente habían variado sus
principios, sus conductas y sus juramentos. Sin miedo a venganzas o ajustes de
cuentas, se reafirmaba en sus actuaciones: “[…]
y en medio de la desgracia y de la
persecución en que me veo envuelto, conservo mi honor intacto […]”.[47]
Denostaba la cobardía de determinados hombres de Estado que habían cambiado de
partido en función de los avatares políticos. Amorós no mostraba
arrepentimiento alguno. Se vanagloriaba de haber sido miembro activo de la
Asamblea constituyente de Bayona, de haber obtenido el puesto de Consejero de
Estado y de todas las comisiones que había desempeñado hasta la fecha. Planteaba
una dramática elección: o seguir los horrores de la anarquía popular,
violentando el sagrado designio de la monarquía o, por el contrario, ser fieles
a la legalidad, de acuerdo con lo decidido en Bayona: “Nos unimos al soberano que se nos mandaba servir, y le fuimos fieles
hasta el ultimo momento.”[48] Solicitaba al Rey Felón clemencia y perdón para cauterizar las heridas abiertas entre
españoles de ambos bandos. Concordia nacional, reconciliación ideológica y fin de gobiernos de jefes déspotas y sanguinarios
como Villariezo. No tenía miedo a ser juzgado por un tribunal donde podría
aportar las pruebas pertinentes que “[…]
llenará de rubor y confusion al capitan
general Villariezo y á todos mis enemigos […]”.[49]
Estaba plenamente convencido de que los motivos del destierro de su esposa
María Josefa Lorenzo Terán eran ilegales e insuficientes, por lo que exigía a
Fernando VII “que se castigue al mismo
Villariezo para escarmiento de otros, con las penas que merece, y se le hagan
subsanar todos perjuicios que hubiesen padecido por su causa Doña Maria Theran
de Amorós y sus preciosos é inocentes hijos.”[50]
María Josefa, cadavérica y enferma,
escribirá a Francisco Amorós a finales
del mes de junio de 1814, informándole de su dramática situación personal. No
podía trasladarse a la casa de su marido en Zaragoza por estar confiscada;
tampoco podía disfrutar de sus haciendas de Sanlúcar de Barrameda por la misma
causa. Los vales, acciones de empréstitos y otros creditos concedidos al Estado
de los que eran titular acreedora también fueron secuestrados. No había lugar
para la esperanza:
“Madrid, desde el 23 de junio hasta el 27 [1814]. Amado Frasquito: llegó á su tiempo tu acto de sumisión y respeto al Rey,
que entregué al ministro Don Pedro Macanaz, pero le habrá dado carpetazo, según
la frialdad con que lo recibió. Todos los que rodean al Rey pintan á Vms con
colores mui negros, y le persuaden que han hecho muchisimo mal, y que son
acreedores á toda su indignacion. Este es el medio mas expedito para alejar á todos
Vms, y ese amor al bien publico, y esos esfuerzos y esa aptitud para los
negocios, son otros tantos titulos que perjudican á Vms. mas que los favorecen,
pues excitan los zelos del partido dominante. (Aquí esta interrumpida la carta,
y habia muchas lagrimas).
Desde que escribí estos renglones hasta momento, que es el de las 12 del
dia 27, mis males fisicos y politicos se han aumentado extraordinariamente. El
23 por la tarde tube una cruel cardialgia, que obligó á que me velasen toda la
noche; el 25, aunque no completamente aliviada, me vesti, y á poco rato entró
el ayudante de la Plaza á decirme de parte del capitan general Villariezo, que
en el termino de 24 horas dejase á Madrid. Le manifesté mi critica situacion, y
hecha un cadáver, y casi arrastrando, fui á valerme de la respetable familia de
Rojas, para que hablase á Villariezo con el objeto de que me diese mas tiempo
de termino. Me contextaron que lo harian, pero que no sacarian fruto, pues
ademas de ser naturalmente mui duro, le habian oido decir en gran tertulia.
“Que si supiera que algunas personas de las que le visitaban habian tratado con
Amorós, les quitaria la entrada en su casa”; y que era cruel la ojeriza que le
tenía, y su casa germen de chismes; en fin que lo creian invencible, pero que
no obstante le entregarian mi memorial y la certificacion del facultativo. En
efecto, Don José de Rojas dio mi petición, y el Neron de su Excelencia le
abochorna y nada se consigue. En esta
tristes circunstancias, y viendo que el termino se iva á cumplir, y se
me dijo que usarian de tropelia, si no obedecia la orden de Villariezo, apelo á
las once de la noche a la duquesa de San Carlos, para que se me permita curarme
aquí de mis males, y que después de convalecida obedeceré la orden de
Villariezo, y ahora me acaba de mandar á decir que estoy servida hasta que me
ponga buena. Teniendo por enemigo declarado, sin saber por qué, al capitan
general Villariezo, en el momento que averigüe que voy siquiera a pasear al
campo, me esperará otro ayudante, y me pondrá un coche á la puerta con su manga
de soldados. ¿Y en este caso horrote, y cahos de amargura, sola, enferma y
debilisima ¿á donde iré que no sea para perecer ó para ser insultada? ¿Si donde
me conocen, no me respetan, ni tienen piedad de mi ¿Dónde esperaré encontrarla?
Yo estoy aturdida, y aun no he resuelto el punto donde iré á establecerme con
estas tres inocentes y preciosas criaturas. A tu casa de Zaragoza no puedo ir,
por que está confiscada con todo lo que alli posees: á mis haciendas de San Lucar tampoco, pues les sucede lo mismo: en
ninguna parte se puede hallar seguridad desde la publicacion de esa circular
del ministro Macanaz de 30 de mayo, pues ha enardecido los espiritus contra
Vms., siendo asi que antes todos esperaban una amnistia general, y se hablaba
de ella, hasta en las tavernas, considerandola mui regular. Esta tropelia nos
hará perder muchisimas cosas de los adornos de esta casa, que no me darán
tiempo ni libertad para llebarmelas, y yo creo que el principal motivo de esta
violencia es el de querer disfrutar los primores que has hecho en ella, pues
aseguran que viene á vivirla el gobernador. No es á la verdad mui legal, justo
y decoroso el motivo, para que atropelle de este modo Villariezo á una Señora,
que jamás se ha movido de aqui, que tantos servicios ha hecho á las del otro
partido, y que se vé enferma, cadaverica, privada de sus bienes y con tres
hijos sobre todo. En fin voy á salir de esta casa quanto antes, pues me causa
horror, por las penas que me ha ocasionado. El gobierno anterior la dio en pago
de la parte de deuda del estado á que eramos acreedores, y que él reconoció;
pero ahora nos la quitan y todo nos lo arrebatan, sin acordarse de que el
gobierno que ahora lo hace, es el que nos debia en vales, acciones de
empréstitos y otros creditos, lo mismo que se desentiende de satisfacer, y nada
dicen acerca de nuestros derechos. Con este despotismo de los empleados nadie
está seguro, y todos tiemblan; y ¿Quién podrá librarse de él, si una muger
enferma, y que en nada se metia, no ha podido escaparse? Tenme lastima, amado
Frasquito, y si consuman el atentado, me arrojan de aquí y tengo la felicidad
de llegar viva hasta donde estás, preparate á ver la sombra de tu muger, que se
halla flaca y horrorosa, por lo que la han hecho sufrir. Tuya de corazon, M.T.
de A. [María Terán
de Amorós]”.[51]
Todo se volvía en su contra. Sus
esfuerzos por encontrar apoyos en la corte habían fracasado. Cual apestada, ni
sus otrora amigos tendrán compasión de ella. Villariezo dudaba de la honestidad
de María Josefa y quiso averiguar cuál era realmente su estado de salud. Tras
observarla varios facultativos, dictaminaron que en cuatro días podía ponerse
en marcha, camino del exilio. El gabinete de Física de Francisco Amorós, todos sus
instrumentos de música y otros objetos comprados en Inglaterra y en Madrid fueron
puestos a disposición del infante Don Antonio:
“A 18 de julio 1814 todavia en Madrid.
Amado Frasquito: te seguiré
refiriendo las ocurrencias que me han afligido desde que te escribi hasta
ahora. El dia 28 de junio vinieron á tomar disposiciones en nuestra casa para
el 2.º gobernador de Madrid, y se condujeron sus satelites militarmente. El dia
1.º de este envió Villariezo á averiguar como estaba de salud para echarme
inmediatamente; pero sus mismas tropelias han agrabado mis males, y contrarian
sus ardientes deseos, pues estaba yo en la cama. A pesar de esto, tal es su
animosidad, que no debes extrañar me envie una camilla para hacer que me lleven
á [r]espirar al
campo.
No he podido lograr no de la Duquesa,
ni del Duque de San Carlos, que me envien algun documento ó salva-guardia que
me ponga á cubierto de las tropelias de Villariezo. El Duque dice que no quiere
meterse en cosas de otro ministerio, y nadie sabe á qual de ellos pertenece la
represion de las arbitrariedades de este capitan general, que sin
corresponderle, executa estos actos de inhumanidad, pues tiene gusto en hacer
infelices, y siendo su autoridad militar, y yo muger de un empleado civil, nada
tenia que hacer conmigo.
El dia 4 de julio, me hallé tan
afligida y debil, que te hice escribir despidiendome de ti, y encargandote
dieses disposición de recoger tus desgraciados hijos.
El dia 11 todavía estaba en cama, y
no creyendo Villariezo las certificaciones de mis facultativos, envió un ayudante
y tres medicos, para que me viesen y registrasen, pues asi dice que lo mandaba
el Rey. Verificaron su comision, y viendome hecha un cadáver, declararon que no
podia ahora ponerme en camino, y que debian trasladarme á un quarto bajo, para
que no suba muchos escalones. Me levanté para pasar á la nueva casa, y al
momento envió Villariezo quatro facultativos, los quales, asi que me vieron en
pié, y por adular ó temer á este xéfe, dijeron que dentro de quatro dias podia
ponerme en camino.
El dia 16 sucedió este pasage, y en
seguida me hizo comunicar Villariezo la orden de partir, no como pudiera
hacerse á una muger debil y moribunda, sino como si fuese al malhechor mas
formidable, y dejandome un soldado á la puerta. En este nuevo conflicto, pues
tenia la mitad de los muebles trasladados á la nueva casa, y la otra mitad
aquí, algunas amigas vinieron á derramar lagrimas conmigo, mediante que el
despotismo de Villariezo no nos dejaba otro recurso.
Se me ocurrió acudir al Señor
Ministro de Indias ó ultramar, Don Miguel de Lardizabal, unico que me habia
tratado antes con algun miramiento; despachó al instante una orden, diciendo al
capital general que el Rey mandaba que me curase y que no me pusiese enferma en
camino, y recibió con mucha distincion á tu hijo Antoñito y á mi buena amiga,
que fueron á abogar por mi.
Precedentemente habia intentado
interesar al canonigo Escolquiz, pero se contentó con responder: “Que tubiese
paciencia, pues era muger de un hombre que habia bullido mucho, y ocasionado
mucho mal”. Yo esperaba que, por ser clerigo, seria mas humano; pero me
equivoqué, y está tan inflexible, como si no hubiese sido desgraciado.
En medio de estas aflicciones, no
han podido consolarme, ni la serenidad y el exemplo de Aristides, ni la
filosofia de Socrates, que murió contento, porque murió inocente. Si no tubiese
estos tiernos hijos, tal vez seria mas fuerte. Sin embargo, no debemos hacer lo
que Coriolano, pero tampoco debemos permitir que la sangre de estas tres
preciosas criaturas se derrame algun dia como la tuya, defendiendo la patria al
lado de hombres tan injustos, tan barbaros y fieros, que así persiguen la
inocencia.
Mi suerte queda todavía indecisa, no
obstante la proteccion del ministro Lardizabal, y verémos si el Señor Infante
Don Antonio hace algo a favor nuestro, pues me dicen está agradecido, por que
he puesto á su disposición tu gabinete de física y tus instrumentos de musica,
y se han llevado sus criados muchos objetos, que hace mas de doce años
compramos en esta Corte y en Ynglaterra ¡Pobres criaturitas nuestras!........ A
Diós, á Dios, Frasquito mio.
Si al fin me arrojan de aquí,
marcharé directamente á los Pirineos, y el dia que los atrabiese, no los pasaré
como tú, sintiendo separarme de la patria, y llorando sus desgracias, sino
celebrando poner aquel muro de granito entre la virtud perseguido y el furor
horroroso de nuestros enemigos.
Tuya siempre, M. T. de A.”
La desolación se apoderó de María
Josefa. El oficio de Villariezo de 20 de julio de 1814 ordenaba su salida de la Corte a una
distancia de 20 leguas. De lo contrario, debía responder ante la justicia. Una
velada amenaza. La salida con sus tres hijos era inmediata. El terrible
sufrimiento le provocó un aborto:
“Madrid, 21 de julio
de 1814.
Amado Frasquito: poco ha durado la proteccion del ministro Lardizabal, y parece
que se arrepiente todos mui pronto de defender á la inocencia. Acabo de recibir
el oficio siguiente del capitan general Villariezo.
Copia.
El excelentisimo Señor secretario de
Estado y del despacho universal de Indias, en fecha de ayer, me dice lo que
copio.
“Excelentisimo Señor:
por la manifestación que hizo V. Ex. en fecha de ayer, de los diferentes
destinos que obtubo del gobierno intruso, Don Francisco de Amorós, de su mal
porte en el desempeño de estos, y de los tres reconocimientos hechos por
profesores de esta Corte, afin de averiguar si el estado de salud de Doña Maria
Theran, muger de Amorós, le permitia salir de esta Corte como debia hacerlo, á
conseqüencia del real decreto de treinta de mayo proximo pasado, se ha enterado
el Rey de las justas consideraciones que movieron á V.E. á mandar que se
trasladase Doña Maria Theran al pueblo que mejor le acomodase distante de esta
Corte veinte leguas, y del miramiento, moderacion y humanidad con que ha procedido
en sus disposiciones relativas á este asunto; por lo mismo han merecido la
aprobación de S.M., de cuya orden lo comunico á V.E. para su inteligencia y
gobierno.”
Lo que traslado a Vmd. para la suya,
y que en su vista esté dispuesta para salir tan luego como le sea mandado, para
el pueblo en que tenga á bien situarse á veinte leguas de esta Corte, sin dar
lugar á que su falta de cumplimiento, me fuerzen á hacerlo executar en terminos
contrarios á mi carácter, avisandome el que señale para mi gobierno.
Dios guarde á Vmd. muchos años.
Madrid, 20 de julio de 1814. El Conde de Villariezo, Marques de Villanueva de
Duero. ---- Doña Maria de Theran.”[52]
No sé lo que me pasa; todas mis
esperanzas han sido destruidas. Quedo otra vez abandonada á la tirania de Villariezo,
y no puedo lograr que lleguen á oidos del Rey mis clamores; pues si llegasen
¿como podria dejarme de hacer justicia, y de compadecerse de mi desgraciada
suerte? Motivan esta medida en que estás odiado aquí, y yo tambien, siendo tan
cierto lo uno como lo otro. ¡Que iniquidad! Escribeme á Burgos, y quiera Dios
que sobreviva á esta persecución, siquiera hasta que te entregue este precioso
deposito de tus tres hijos, ya que las penas anteriores hicieron perecer el que
tenia en el seno.
Si el llanto que riega mis cartas no
te permite leerlas, disculpame en mi deplorable situacion que no pueda
copiarlas, pues me falta el aliento, y mis ojos son dos manantiales perennes de
amargas lagrimas, al ver perdidos estos inocentes hijos por que su padre fué hombre
de honor. Tuya hasta la muerte, que no está mui lejos, tu triste esposa y
amiga, M. T. de A.”
Llegaría a Francia con sus tres hijos tras sufrir la
cuarta intimidación, no de Villariezo sino del ayudante de la plaza de Madrid,
un tal Guizaburuaga, que sirvió fielmente al rey José I durante la ocupación.
Este camaleónico funcionario desoyó las recomendaciones de los facultativos que
prohibían viajar a María Josefa Lorenza Terán Palacios.
Como ella, colaboracionistas de toda condición se
vieron en la tesitura de exiliarse a Francia o sufrir en sus carnes la
despiadada laminación de las autoridades fernandinas. Fue el dramático epílogo
de una vida consagrada a las veleidades de su marido Francisco Amorós, a quien
quiso profundamente y compartió su destino hasta los últimos días de vida.
[1] VEGAZO PALACIOS, JESÚS (2015): “Francisco Terán,
intendente de la provincia de Sanlúcar de Barrameda: conspiración y
defenestración política (1808-1810)”. En El
Rincón malillo. Anuario del CECONOCA. Año 5, pp. 35-40.
[2] Hija de Rosa Palacios y Antonio de Terán.
[3] DAZA PALACIOS, SALVADOR (2014): Sanlúcar de Barrameda durante la Guerra de Independencia (1808-1814).
Ediciones Ulises, pp. 30-36.
[4] Francisco Amorós sería nombrado intendente general de
la Policía de Madrid por el soberano intruso José Napoleón el 18 de febrero de
1809, encargándose de cumplir el reglamento para la entrada, salida y
circulación de las personas por la capital del Reino por medio de sus
comisarios. Diario de Madrid, del
miércoles 22 de febrero de 1809. núm. 53. Biblioteca Nacional (en adelante
BN)
[6] Año de 1808.
Dª Maria Josefa Teran muger del Señor D. Francisco Amoros sobre que se la
entreguen los vienes existentes en su Casa avitacion y que pertenecen a su
carta Dotal, y demas que llebó al matrimonio. Archivo Histórico Nacional (en adelante AHN). CONSEJOS, 9395, Exp. 97.
[7] FERNÁNDEZ SIRVENT, RAFAEL (2005): Francisco Amorós y los inicios de la
educación física moderna: biografía de un funcionario al servicio de España y
Francia. Monografías. Publicaciones Universidad de Alicante, p. 98.
[8] Op. cit.
[9] Op. cit.
[10] Op. cit.
[12] Ibíd.
[13] Ibíd.
[14] Ibíd.
[15] Ibíd.
[16] Ibíd.
[17] Ibíd.
[18] Ibíd.
[19] Ibíd.
[20] Ibíd.
[21] AHN. CONSEJOS. 9395. Exp. 95. Pieza nº. 18.
[22] AHN. CONSEJOS. 9395, Exp. 94. Causa Nº. 4º.
[23] Ibíd.
[24] Ibíd.
[25] Ibíd.
[26] Representacion
del Consejero de Estado español Don Francisco Amoros a S.M. El Rey Don Fernando
VII quejandose de la persecución que experimenta su muger, Doña Maria de
Theran, de parte del Capitan General de Castilla la Nueva, Don Valentin Belbis,
conde de Villariezo, marqués de Villanueva de Duero; y defendiendo la conducta
que ha tenido Amorós en las convulsiones politicas de su patria; acompañada de
documentos justificativos. En la Imprenta de P. M. Rougeron. En Paris. 1814”. Biblioteca Nacional de Francia (BNF), Filosofía,
Historia, Ciencias del Hombre, 00-72. Gallica.
El 11 de noviembre de
1814, Fernando VII dio las órdenes convenientes para impedir la introducción y
circulación de esta Representación en
España, “[…] siendo voluntad de S.M. que los que se recojan se remitan a esta
Secretaria [de Estado y del Despacho Universal de Gracia y Justicia]”. B.N.
En la confiscación de este impreso, se desprendía el deseo de las autoridades
españolas de poner nombre al autor del libelo
para que todo el peso de la represión
fernandina acabara con la imagen política de Amorós y expropiara todas las
posesiones de su familia.
[27] BNF: Ibíd.
[28] Ibíd.
[29] Ibíd.
[30] Ibíd.
[31] Ibíd.
[32] Ibíd.
[33] Ibíd.
[34] Ibíd.
[35] Ibíd.
[36] Ibíd.
[37] Ibíd.
[38] Ibíd.
[39] Ibíd.
[40] Ibíd.
[41] Ibíd.
[42] Ibíd.
[43] Ibíd.
[44] AHN. DIVERSOS-COLECCIONES, 91, N.39.
[45] Ibíd.
[46] BNF: Representacion del Consejero…
[47] Ibíd.
[48] Ibíd.
[49] Ibíd.
[50] Ibíd.
[51] Ibíd.
[52] Ibíd.
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